Jermann

La hermosa historia de Silvio Jermann comenzó en los años 70, un viaje que en el espacio de treinta años ha llevado a sus vinos a ser conocidos y apreciados en Italia y en todo el mundo. Su familia, propietaria de gran parte de las tierras que aún se utilizan hoy en día, se instaló en Collio a finales del siglo XIX. El punto de inflexión, sin embargo, se produjo cuando un joven Silvio tomó las riendas del negocio, y gracias también a las muchas lecciones aprendidas durante sus estudios de enología y durante sus experiencias en el extranjero, comenzó a producir vinos modernos y con gran personalidad, los mismos que aún hoy conocemos.
De ahí nace la bodega Jermann, una realidad que cuenta en la actualidad con más de ciento treinta hectáreas de viñedo y que, sobre todo, dialoga cada día con el mundo, pero manteniendo siempre su atención centrada en las cosas concretas de las que nacen los grandes vinos. El amor por la tierra es, de hecho, la piedra angular de esta explotación, una gran perla de Collio, conocida por sus excepcionales blancos pero también por sus tintos robustos y tradicionales.
Bajo la coordinación del joven y talentoso agrónomo Stefano Amadeo, una parte de los viñedos se gestiona según las normas de la agricultura ecológica y, en general, las plantas se crían respetando plenamente el medio ambiente y el ecosistema, por lo que se evitan los productos sintéticos y se presta gran atención al equilibrio de la tierra. En la bodega, los instrumentos enológicos más modernos se utilizan en el signo de las tradiciones más antiguas, para dar vida a una armonía única, que encontramos toda encerrada en la copa. Sauvignon blanc, gewürztraminer, chardonnay, picolit, malvasía istriana y ribolla gialla, friulano, riesling, pinot bianco, pinot grigio y finalmente pinot nero: Estas son las variedades de uva que dan lugar a los vinos etiquetados como "Jermann", algunos de los cuales son legendarios desde hace años, empezando por el "Vintage Tunina", continuando con el "W... Dreams... ... ...", el "Capo Martino" y la "Ribolla Vinnae", hasta el "Afix" Riesling, el "Così Sia" y el "Red Angel".
Vinos que no necesitan presentación, y que van más allá de los esquemas y de las modas del momento, para contar lo que es la máxima excelencia del Collio y de la enología italiana.