Gosset

Una historia cuyas raíces se remontan hasta el siglo XVI, para ser exactos, a 1584, año en el que Pierre Gosset, en Aÿ -municipio francés perteneciente al departamento de Marne- inició su actividad como viticultor, produciendo vinos tranquilos, en su mayoría tintos, elaborados exclusivamente con uvas cosechadas en sus propios viñedos.
En el siglo XVIII, se empezaron a producir las primeras burbujas en Aÿ, el antecesor del actual Gosset Champagne.
Con sus viñedos clasificados casi en su totalidad como Grand Cru y Premier Cru, la Maison Gosset siguió siendo una empresa familiar durante catorce generaciones, hasta 1994, cuando fue vendida a la familia Cointreau.
Hoy en día, la bodega tiene su sede en Epernay, pero la filosofía sigue siendo la misma que al principio: sin renunciar a los equipos enológicos más modernos, se respetan las tradiciones locales más antiguas y arraigadas.
Entre las hileras de vides, las elecciones agronómicas son astutas y cuidadosas, destinadas a mantener el equilibrio entre el medio ambiente, la naturaleza y el ecosistema, al tiempo que se mantiene la plena salud de las plantas.
En la bodega, cada paso de la producción se sigue de forma extremadamente rigurosa, casi maníaca, para garantizar los más altos estándares de calidad posibles.
Así es como se elaboran los Champagnes Gosset, reconocidos en todo el mundo, y famosos sobre todo por su frescura afrutada natural, mantenida al evitar rigurosamente la fermentación maloláctica, con el fin de realzar la fragante aromaticidad de las uvas. Champagne, pues -los etiquetados Gosset- de extraordinaria calidad: desde el Brut "Excellence" hasta el "Grande Réserve", desde el Grand Blanc de Blancs hasta el Grand Rosé, pasando por el Vintage y el "Petite Douceur", hasta el Extra Brut "Celebris", son todos Champagne, los marcados "Gosset", que valen mucho más de lo que es su precio. Champagne de calidad, simplemente excelente.