Florio

Florio: un nombre que hace referencia a una empresa única, capaz de desarrollar a lo largo de los dos últimos siglos una historia casi mítica, en la que todo ha girado en torno al respeto por la tradición, la atención al detalle y las visiones innovadoras. Marsala in primis, pero también vinos de licor en general, passito y spumante, adecuados para disfrutar como aperitivo o como vinos de postre o de meditación. Una línea de etiquetas que transmite fuertes emociones, gracias al encanto de las historias vinculadas a una familia excepcional.
La Cantine Florio fue construida en 1832 por Vincenzo Florio que, en su afán de diversificar sus inversiones, adquirió una extensión de terreno en la costa de Marsala, donde hizo construir un baglio de piedra de toba, hoy uno de los símbolos indiscutibles de una de las bodegas más importantes del oeste de Sicilia. Tras pasar por las más diversas vicisitudes, incluidas las relacionadas con los acontecimientos de las dos guerras mundiales, la empresa fue adquirida en enero de 1998 por Illva Saronno Holding spa, que, sin embargo, ha mantenido intacta su filosofía original, basada en la unión de innovación y tradición. Y siguiendo la tradición, las uvas siguen comprándose principalmente a numerosos proveedores, seleccionados entre los mejores de la costa de Trapani, donde en particular la variedad Grillo ha encontrado su terruño ideal. Este es el punto de partida, del que nacen botellas legendarias, con un estilo clásico e impecable, que durante años han estado en la cima del mercado internacional del vino.