Fatalone

"Auténtico, orgánico, sostenible": esta es la premisa, o más bien el resumen extremo, que destaca en la página web de la empresa, donde no se deja lugar a dudas desde el principio, ofreciendo una presentación clara y precisa.
La bodega Fatalone de Apulia tiene una historia que se remonta al siglo XIX, cuando Nicola Petrera compró unos terrenos en la ladera del distrito de Spinomarino, en la zona de Gioia del Colle, para cultivar vino primitivo. Después de elegir el terreno, se desbrozó y se cavaron pozos, y lo que es ahora la antigua granja se construyó enteramente de piedra.
La marca de la empresa tiene su origen en Filippo Petrera, hijo de Nicola, a quien apodaban ""Il Fatalone"", que en el argot apulense significa ""el seductor"".
Hoy en día, los descendientes continúan el trabajo en la viña y en la bodega con el mismo amor y espíritu que Nicola. En 1987 la bodega Fatalone fue la primera en vinificar y embotellar un Primitivo puro, y en 1993 fue el turno del Greco. En el año 2000, la familia también fundó el Consorcio para la Protección y Valorización de los Vinos de la DOC Gioia del Colle.
La empresa, que sigue siendo familiar, sigue los principios de la agricultura ecológica en las hectáreas que posee. Entre las filas, en el signo del máximo respeto de lo que es el equilibrio del medio ambiente, de la naturaleza, del ecosistema y de la biodiversidad, se adoptan normas agronómicas precisas, para que de vendimia en vendimia lleguemos puntualmente a recoger uvas sanas y francas, ricas y concentradas en cada mínimo matiz organoléptico.
En la bodega, cada etapa de la producción se controla cuidadosamente, empezando por el despalillado de las uvas y pasando por la vinificación, que se realiza a temperatura controlada, utilizando únicamente levaduras autóctonas y sin sulfitos añadidos, con remontados frecuentes durante las primeras 48 horas. A continuación, se produce el envejecimiento, el embotellado y el refinado.
De este modo, cobran vida vinos únicos: desde el Primitivo hasta el Primitivo Riserva, para continuar con el "Teres" y el Blanco "Spinomarino": vinos que nos hablan de la Puglia más bella en lo que a enología se refiere.