D'Araprì

Tres amigos, unidos, entre otras cosas, por una profunda pasión por el vino y un amor incondicional por su tierra, luego, después, una férrea convicción de que podían producir en el Sur, valiosos vinos espumosos del Método Clásico, potenciando, quizás, principalmente las variedades autóctonas, como ese blanco bombino que, a posteriori, ha demostrado ser capaz de expresarse maravillosamente cuando espumea.
Estas son las premisas que llevaron a Girolamo D'Amico, Louis Rapini y Ulrico Priore a fundar en 1979 la bodega d'Araprì, que, como habrán notado los más perspicaces, toma su nombre del acrónimo de las iniciales de los tres fundadores.
El escenario es el territorio del municipio de San Severo, en la provincia de Foggia, en la región conocida en el pasado como la Capitanata di Puglia: aquí se reúnen las más de cuatro hectáreas de viñedo que posee la empresa, a las que actualmente se alquilan otras cuatro, para una producción media anual que alcanza más de 80 mil botellas.
Las hileras de vides se cultivan según las reglas de la agricultura convencional, aprovechando las condiciones extremadamente favorables para la viticultura, empezando por el suelo en el que están plantadas, rico en caliza y arcilla, con presencia de limo y arena, que ofrece condiciones ideales para la producción de vinos para espumosos. Para completar el cuadro, el clima, mitigado por el mar y con buenos rangos de temperatura, añade una pieza igualmente importante al mosaico del terruño ideal para producir vinos espumosos.
En la bodega, las fases de producción tienen lugar en dos instalaciones separadas, una para la vinificación, mientras que la segunda, histórica y que data del siglo XVIII y que consiste en túneles excavados bajo el centro de San Severo, se utiliza para madurar los vinos espumosos en la botella.
El resultado es una gama de etiquetas que actualmente es uno de los ejemplos más importantes de excelencia en el sector del Metodo Classico en el sur de Italia. Desde el Brut hasta el Pas Dosé, desde el Rosé hasta el "Riserva Nobile", hasta el "Gran Cuvé" y el "Dama Forestiera", vinos espumosos absolutamente a probar, sobre todo para los que buscan "burbujas" inusuales y elegantes, producidas con viñas locales.