Conte Brandolini d'Adda
Los veranos cálidos y ventosos y los suelos arcillosos son las dos principales similitudes que Brandino Brandolini siempre ha encontrado entre los territorios de Burdeos y Medoc y las tierras de la finca Vistorta, situada en Sacile, en la provincia de Pordenone.
Este fue el punto de partida de una verdadera revolución vinícola en Vistorta en 1985, inspirada en el modelo bordelés.
Fundada en el siglo XIX por Guido Brandolini, la explotación del Conte Brandolini d'Adda, que comprende unas ochenta hectáreas de viñedos, se divide actualmente en dos grandes partes: en Vistorta se encuentra el gran viñedo de Merlot, mientras que en Cordignano se cultivan las demás variedades de vid, principalmente blancas.
Los viñedos de Brandolini, conducidos según las normas de la agricultura ecológica, producen una fruta refinada con características únicas. Cada parcela se vendimia y vinifica por separado, y todas las decisiones agronómicas se realizan con el máximo respeto al medio ambiente, a la naturaleza, al ecosistema y a la biodiversidad, para garantizar que cada cepa sea guiada armoniosamente hacia una larga y fructífera vejez. De este modo, cosecha tras cosecha, obtenemos racimos sanos y sin adulterar, ricos y concentrados en todos los pequeños matices organolépticos.
La bodega, situada en Cordignano, combina las herramientas tradicionales e históricas de la empresa con las más modernas tecnologías enológicas, y en el signo de los más altos estándares de calidad, con la ayuda de equipos de vinificación simples y esenciales, la tarea del hombre sigue siendo la de exaltar en el producto final, todo lo que el territorio y la temporada han construido hábilmente entre las filas.
El resultado son vinos elegantes, agradables y longevos, equilibrados y con un fuerte carácter. Desde el Merlot "Il Vistorta" hasta el Cabernet Franc, desde el Refosco hasta el "Treanni", pasando por los vinos blancos a base de Chardonnay, Pinot Grigio, Friulano, Sauvignon y Traminer Aromatico: vinos excelentes, que no hay que perderse por nada del mundo.
