Château Margaux

Château Margaux existe al menos desde el siglo XII, pero fue en la segunda mitad del siglo XVI cuando se dio a conocer por la producción de vino gracias a Pierre de Lestonnac, quien, tras adquirir la finca, decidió implantar el cultivo de la vid. A principios del siglo XVIII, la finca contaba ya con unas 265 hectáreas, un tercio de las cuales se dedicaba a la viticultura, extensión que corresponde más o menos a la actualidad. De una gestión a otra, fue en 1810 cuando el marqués de Colonilla Bertrand Duat ordenó la construcción del castillo neopaladiano, que aún hoy se puede admirar, pero fue sobre todo en 1977 cuando la llegada del magistrado griego André Mentzelopoulos supuso una considerable inversión, trayendo a destacados profesionales como el enólogo Emile Peynaud. Posteriormente, la empresa fue gestionada por varias sociedades mixtas -cómo no mencionar a la familia Agnelli, que controla la mayoría del accionariado- y hoy vuelve a estar enteramente en manos de la familia Mentzelopoulos, con Corinne sustituyendo a su padre André, fallecido en 1980. Con una producción anual de unas 150.000 botellas de Château Margaux, junto con 200.000 botellas de Pavillon Rouge du Château Margaux y unas 35.000 botellas de Pavillon Blanc du Château Margaux, cada vez que se tiene la oportunidad de descorchar una botella de Château Margaux es un acontecimiento, como mínimo, excepcional e inolvidable, que no ocurre muy a menudo.