Château Jacques Blanc

El Château Jacques Blanc se encuentra en el pueblo medieval de Saint-Etienne-de-Lisse, uno de los ocho municipios que conforman la jurisdicción de Saint-Émilion desde 1289. Ya en épocas anteriores, esta zona era conocida por la producción de excelentes vinos. La combinación de un terruño con características únicas y un clima caracterizado por veranos calurosos e inviernos casi siempre suaves ha favorecido, desde tiempos inmemoriales, las mejores condiciones para el crecimiento de las variedades, especialmente de las uvas tintas, que hoy son las verdaderas dominantes de la denominación. La propiedad del Château pasó de mano en mano a lo largo de los siglos, de los Blancs a los Belliquets, manteniendo la calidad constante de sus vinos, como confirman varios escritos de diferentes épocas. En los últimos tiempos, los nuevos propietarios, que están al frente del Château desde 2012, han decidido invertir una gran cantidad de recursos en la renovación de los viñedos y los edificios en un plan de siete años que finalizó en 2019, en busca de la excelencia que siempre ha formado parte del escudo de la empresa y de los vinos del Grand Cru de Saint-Émilion. En la actualidad, el Château cuenta con 27 hectáreas de viñedos y se dedica al cultivo de Merlot y Cabernet Franc, variedades arraigadas en un terruño caracterizado por la arcilla fina y la piedra caliza. La maceración en frío en la bodega dura una semana, seguida de una fermentación de aproximadamente un mes en acero inoxidable. La importante fase final de afinamiento tiene lugar en un 70% en barricas de roble francés -durante un año-, mientras que la parte restante de la masa sigue madurando en acero. El resultado es un vino tinto increíblemente equilibrado, cuya finura y frescura lo convierten en una etiqueta que se gana el favor de la crítica internacional.