Charles Heidsieck

Fue en 1851 cuando Charles Heidsieck, de 30 años, fundó la Maison que aún lleva su nombre comprando varias bodegas de crianza en Reims, la capital de la región de Champagne. Una cosa estaba clara desde el principio: quería dejar la gestión de los viñedos a quienes mejor supieran hacer este trabajo, y comprar sólo las uvas capaces de cumplir sus altísimos estándares de calidad. No sólo eso, Charles-Camille, éste es su nombre de pila, comprendió enseguida la importancia de una maduración especialmente larga para obtener productos de gran clase. Sus champagnes permanecen en las lías durante un periodo mucho más largo que la media. Su innata capacidad de venta le llevó rápidamente al éxito y sus vinos fueron apreciados prácticamente en todo el mundo. Hoy, más de un siglo después, aunque la Maison es propiedad del grupo Rémy-Cointreau, casi nada ha cambiado en el estilo que Heidsieck creó desde cero. De hecho, sus champagnes siguen siendo profundos y polifacéticos, siempre caracterizados por una estancia en lías especialmente significativa, sobre todo en sus extraordinarios productos estrella.