Casina Bric

Casina Bric, dialecto piamontés de "Cascina Bricco", es, en el municipio de Barolo, la propiedad situada a mayor altitud, a 460 metros sobre el nivel del mar. En este microcosmos, único en el mundo, entre una sucesión de colinas, tras el telón de fondo montañoso de los Alpes occidentales, el Nebbiolo expresa mejor la contaminación entre la mano del hombre, su alma y la confrontación con la naturaleza. Gianluca Viberti, viticultor y enólogo sensible y apasionado, con una larga experiencia en la restauración y el negocio familiar, fundó la Casina Bric en 2010, dando vida a un proyecto que siempre ha tenido en el corazón: crear un lugar que respete la naturaleza en todos sus aspectos, afectándola lo menos posible. El resultado es una realidad consciente y respetuosa con la tradición, en la que Gianluca ha reintroducido costumbres y métodos antiguos, como el uso de barricas de cemento para la vinificación del Nebbiolo, así como el uso extensivo de maceraciones largas, incluso prolongadas hasta 40 días, y una práctica tradicional llamada "entablillado del orujo", que consiste en sumergir completamente el tapón del orujo en el vino, a través de duelas de madera procedentes del desmontaje de barricas usadas. Gianluca, deportista, amante del silencio de las montañas, de la naturaleza que ofrece un abrazo único, refleja en última instancia su singular personalidad en los vinos que produce y en la forma en que representan una confrontación constante con el viñedo y el entorno que lo acoge. Además, para no olvidar la historia del Piamonte, por un lado, y para caracterizar los vinos de la mejor manera posible, Gianluca ha optado por utilizar la botella de Poirinotta, que data del siglo XVIII. Ésta, producida cerca de Poirino, a pocos kilómetros de la ciudad de Turín, se abandonó posteriormente en favor de otros recipientes procedentes de la cercana Francia.