Antiche Cantine Migliaccio

Las Antiche Cantine Migliaccio son un elemento básico de la viticultura de la isla de Ponza desde 1734, cuando el rey napolitano Carlo di Borbone encomendó a Pietro Migliaccio la tarea de plantar las vides biancolella, forastera, guarnaccia, aglianico y piedirosso en una de las parcelas más inaccesibles e incontaminadas de la isla: Punta Fieno. Es precisamente esta inaccesibilidad -sólo se puede llegar nadando o tras una caminata impermeable de 40 minutos- lo que ha desanimado a los viticultores locales a lo largo de los años, y sólo en el año 2000 los viñedos de Punta Fieno recuperaron su antiguo esplendor gracias a la intervención de Emanuele Vittorio, descendiente de la familia Migliaccio. La empresa utiliza técnicas modernas en la bodega para la trituración y el envejecimiento, mientras que para todo lo demás se ha mantenido fiel a sus tradiciones de un enfoque natural, sin aditivos químicos, y un procesamiento manual. Los esfuerzos heroicos de Emanuele y las condiciones climáticas crean las condiciones para la producción de vinos únicos, cálidos, minerales e intensos con un espíritu fuertemente mediterráneo.