Schloss Maissau

El espléndido castillo de Maissau es la sede de esta excelente bodega, que se ha hecho un hueco importante en el panorama vinícola austriaco. Para los no iniciados, "schloss" significa castillo, y en este caso estamos hablando de una estructura original del siglo XIII que ha visto una sucesión de propietarios a lo largo de su larga historia, sufriendo una importante renovación en 1870 que dio lugar a su aspecto actual. La viticultura se ha practicado siempre en los terrenos cercanos al castillo, una práctica favorecida por las particulares condiciones ambientales. Además de rendir homenaje al antiguo castillo en el nombre de la empresa, Schloss Maissau ha basado toda su producción en una sola variedad, la Gruner Veltriner. Se trata de la variedad más plantada en Austria, que se presta a diversos métodos de vinificación y, por tanto, puede producir vinos con los perfiles sensoriales más variados. El terruño es perfecto para esta baya, gracias a la ubicación de los viñedos, las condiciones climáticas y, por último, la composición de los suelos. Los viñedos están situados en los últimos vástagos del macizo de Bohemia, a una altitud de entre 200 y 400 metros sobre el nivel del mar, con suelos compuestos por rocas, arena, arenisca y el típico "loess", un sedimento eólico especial de origen morénico. La bodega está dirigida desde 1999 por Josef M. Schuster, que pudo cumplir su sueño de niño de convertirse en un gran productor de vino. La gama de vinos incluye siete etiquetas de gruner veltriner, muchas de las cuales llevan el nombre del cru de origen. Entre ellos se encuentran el "Neuberg-Schanz", un vino elaborado con uvas cultivadas en suelos graníticos, y el "Juliusberg", procedente del viñedo del mismo nombre con un suelo rojizo y rico en hierro. Los vinos de Schloss Maissau brindan a los aficionados al vino la oportunidad de comprender el verdadero concepto de terruño, gracias a unos blancos de inconfundible expresividad varietal y territorial.