Poderi Luigi Einaudi

La historia de los "Poderi Luigi Einaudi" comenzó en 1897, cuando Luigi Einaudi, con sólo 23 años, compró la finca "San Giacomo", no lejos de la ciudad de Dogliani. Paralelamente a su carrera educativa y política, parece que incluso como Presidente de la República, Luigi Einaudi no se perdió ni una sola vendimia, consiguiendo dotar a las Langhe del Piamonte de una finca modélica para la época: cien hectáreas, veinte de ellas plantadas de vid, construidas prácticamente desde cero. Una historia que, gracias al interés de uno de sus hijos -el único que mantiene un fuerte vínculo con su tierra de origen-, ha continuado a lo largo de los años, y ahora se ha transmitido a su nieto, Matteo Sardagna.
En la actualidad, la superficie plantada de viñas ha alcanzado más de cincuenta hectáreas, con una gestión agronómica convencional confiada a la dirección de Giampiero Romana. En la bodega, bajo la firma enológica de Lorenzo Raimondi, las etiquetas se elaboran a partir de una firme convicción: un gran vino sólo puede proceder de un gran viñedo y de un gran terruño.
Durante las fases de vinificación y afinamiento, las numerosas atenciones y el escrupuloso seguimiento de cada etapa de producción están orientados a perseguir un objetivo primordial: realzar y exaltar mediante la obra del hombre lo que la naturaleza ha creado. Así, encontramos el Dolcetto "Vigna Tecc", el Barolo "Cannubi" y el Barolo "Vigna Costa Grimaldi", seguidos del Barbaresco, el Barbera, el Nebbiolo, el Pinot Grigio y todos los demás. Tintos, blancos y rosados, para ser incluidos entre los mejores vinos italianos, para una bodega, la de Poderi Luigi Einaudi, capaz de narrar no sólo el territorio de Dogliani, gracias a su Dolcetto, sino también capaz de resumir toda la excelencia enológica de las Langhe, gracias a las numerosas parcelas correspondientes a algunos de los más prestigiosos crus pertenecientes a las denominaciones de Barolo y Barbaresco. Una producción de gran clase, capaz de combinar la tradición y la contemporaneidad como pocos son capaces de hacerlo hoy en día.