Nicolucci

Emilia Romagna es una de las regiones italianas donde la viticultura está más extendida, con unas 60.000 hectáreas de viñedos, la mitad de las cuales se encuentran en la llanura y el resto repartidas entre colinas y montañas. Son muchas las bodegas que representan bien el territorio, a través de las distintas DOC y de dos DOCG - Romagna Albagna y Colli Bolognesi Pignoletto -, que representan la máxima calidad de la producción regional. La granja Nicolucci fue fundada por Giuseppe Nicolucci en 1885 en Predappio Alta, una aldea del famoso municipio de Predappio, no lejos de Forlì. Se trata de una zona especialmente adecuada desde el punto de vista vitivinícola, puesto que ya hacia el año 1000 d.C. la economía local se basaba básicamente en la producción de la uva reina de esta zona, la Sangiovese. Una prueba concreta de ello se encuentra en los "Estatutos Municipales" de Predappio Alta, fechados en 1383 d.C., que regulan detalladamente cómo debía desarrollarse el cultivo de la vid dentro del perímetro del Castillo situado en el centro de la ciudad. La bodega es estrictamente familiar y ocupa una superficie de unas 10 hectáreas, con una producción anual de unas 70.000 botellas. En la actualidad, las riendas de la gestión se confían a Alessandro Nicolucci, exponente de la cuarta generación, un técnico vinícola que sigue el trabajo de la empresa a diario. En los viñedos, situados a unos 300 metros sobre el nivel del mar en suelos ricos en arcilla, caliza y minerales, se cultiva principalmente Sangiovese, con un pequeño porcentaje de Trebbiano, Pinot y Albana. La bodega sigue métodos estrictamente tradicionales de vinificación y crianza, transmitidos de generación en generación. Hasta la fecha se han producido siete etiquetas, entre ellas el "Predappio di Predappio Vigna del Generale", un Sangiovese puro que año tras año sigue siendo premiado por las principales revistas de vino italianas, y el "Tre Rocche", también una expresión muy apreciada de Sangiovese.