Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Untitled-1

Mazzei

La familia Marchesi Mazzei es una familia que puede presumir de un patrimonio inigualable impregnado de la tradición vinícola toscana. La suya es una historia que comenzó hace muchos siglos, en el pueblo medieval de Castello di Fonterutoli, y que ha continuado durante 24 generaciones. El pueblo de Fonterutoli, que domina el Val d'Elsa, pertenece a la familia Mazzei desde 1435 y aún conserva su aspecto original de apacible aldea de campo: unas pocas casas, la iglesia de San Miniato y la villa construida a finales del siglo XVI en lugar del castillo fortificado.
La finca está situada a pocos kilómetros al sur de Castellina, en el corazón del Chianti Classico, y comprende más de seiscientas hectáreas de terreno, de las cuales más de cien están plantadas de vid y se encuentran en las zonas más bellas de la denominación: Fonterutoli, Siepi, Badiola, Belvedere y Caggio. Viñedos que han hecho la historia del Chianti Classico, plantados predominantemente con Sangiovese, variedad que ha encontrado aquí su terreno ideal, capaz de expresar gran fragancia y elegancia en las zonas altas, estructura y potencia en las bajas. No es casualidad, por tanto, que el Castello di Fonterutoli esté considerado como una de las fincas más significativas de todo el Chianti Classico, y que siempre se haya proyectado hacia la búsqueda de nuevas fronteras cualitativas, tanto en el viñedo como en la bodega. Un trabajo y una trayectoria que han llevado a los vinos del Castillo a ser reconocidos en todo el mundo, y a constituir un punto de referencia para todo el Chianti Classico.
Pero ahí no acaba la historia: la propensión de la familia Mazzei a buscar nuevos retos y su constante búsqueda de la excelencia les ha llevado a ampliar sus horizontes hacia nuevas fronteras en el campo de la viticultura y la elaboración de vinos, no sólo en el Chianti Classico, sino también en la Maremma toscana, con Tenuta Belguardo, y en Sicilia, con Tenuta Zisola. Hoy en día, estas fincas producen vinos con una clara impronta territorial, verdaderos embajadores de sus respectivas denominaciones.