Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Envío gratis para pedidos superiores a 149€
Untitled-1

I Clivi

De Treviso a África Occidental, y luego de vuelta a la región de Collio, en Friuli: tras obtener un diploma en contabilidad y trabajar para su padre como tabernero en una pequeña trattoria de provincias, Ferdinando decidió descubrir el mundo, aceptando un trabajo en una empresa de transporte francesa. Este fue el punto de partida, a partir del cual Ferdinando conoció el vino, y luego la Borgoña y el Burdeos, la Champaña y el Friuli histórico, el Barolo y la Toscana. Luego, a mediados de los años 90, un deseo se convirtió en realidad, con la compra de un pequeño viñedo de dos hectáreas en la ladera sur del Monte Quarin.
Por otro lado, hay otra historia que crece y se entrelaza con la de Ferdinando: la de Mario, que tras licenciarse en economía en Milán, regresa a las tierras del Friuli y comienza, casi como un juego, a ensuciarse las manos, trabajando entre las viñas y comprometiéndose a tiempo completo.
Mientras tanto, se añadió otro viñedo a las dos hectáreas, y comenzaron las primeras vinificaciones, utilizando únicamente levaduras indígenas, en una época en la que nadie hablaba de levaduras indígenas. Fueron elecciones precisas e inteligentes en su momento, con la mezcla de Friulano y Verduzzo, y Friulano y Malvasía, mientras que entre los tintos sólo el Merlot mantuvo en alto la bandera tanto del cru Brazan como del viñedo Galea.
Un paso adelante y aquí están los primeros experimentos libres y creativos, expresivos de lo que es el vino según las convicciones de cada uno y con lo mejor de su capacidad, con los primeros sarmientos de ribolla gialla encontrando su hogar.
Trabajo duro y sudor, que no siempre riman con el éxito, pero que siempre van acompañados de convicciones que hablan de no clarificación, de prensado suave para obtener y procesar sólo el mosto libre, de fermentación maloláctica según la temporada y de un larguísimo reposo sobre las lías finas, y luego de las primeras vinificaciones por separado de los distintos crus.
La historia moderna habla de una expresión pura y verdadera del terruño, con "I Clivi" y con Ferdinando y Mario Zanusso, padre e hijo, siempre en movimiento, viniendo de lejos y avanzando hacia el futuro.