Château du Châtelard

Actualmente reconocida como una de las mejores bodegas del Beaujolais, Château du Châtelard se encuentra en Lancié, Francia, y tiene una historia que se remonta a más de un siglo.
Reconstruido entre los siglos XVIII y XIX, el castillo se asienta en la cima de una colina y está rodeado de fosos defensivos, como era costumbre en tiempos pasados.
La finca cuenta actualmente con un total de 28 hectáreas de viñedos, todos ellos con excelentes exposiciones y, sobre todo, plantados antes de 1955.
En suelos de diversa índole, como los arcillosos y los calcáreos, las zonas rocosas y los bancos de esquisto, granito y gneis, las vides se cultivan con el máximo respeto al ecosistema, a la naturaleza y al medio ambiente, de modo que las que se cosechan de una temporada a otra son uvas ricas, sanas y preciadas, concentradas en todos los pequeños matices organolépticos.
Todos los viñedos se cultivan con pasto en las hileras, para preservar y fomentar la biodiversidad, y también en lo que respecta al uso de tratamientos, se utilizan siempre productos de mínimo impacto. Las uvas se recogen a mano sólo cuando están perfectamente maduras.
En la bodega, la filosofía no dista mucho de la aplicada entre las hileras de vides, de modo que, empezando por el cuidadoso trabajo de selección de los racimos, durante la vinificación, la crianza, el embotellado y el afinado, cada etapa de la producción se controla minuciosamente, en nombre de los más altos estándares de calidad posibles.
Es así como cobran vida etiquetas sencillamente excelentes, hijas de la pasión por su trabajo y del amor a su tierra, así como fruto de las mejores características del maravilloso terruño del Beaujolais.
Desde los blancos de Beaujolais y Bourgogne, hasta los tintos de Morgon, Fleurie y Moulin-à-Vent, llegamos al Beaujolais Noveau, sin olvidar el Pouilly-Fuissé, el Crémant de Bourgogne, Brouilly, Chiroubles y Saint-Amour: todos los vinos que llevan el nombre de Château du Châtelard, que le enamorarán desde el primer sorbo, regalándole emociones hasta la última gota.