Castello della Sala

El espléndido Castello della Sala, la prestigiosa finca umbriana de la familia Antinori, se alza sobre un promontorio en los Apeninos umbrianos, a sólo 18 kilómetros de la histórica ciudad de Orvieto. Un lugar de increíble belleza y encanto, que durante décadas ha representado el corazón de la producción de los mejores vinos blancos Antinori.
De hecho, fue en la primavera de 1979 cuando Renzo Cotarella, un joven agrónomo, llegó al Castello y, en menos de diez años, creó los vinos emblemáticos de la finca. En esos años, se inició de inmediato un ambicioso proyecto de recalificación varietal destinado a obtener vinos blancos con mayor personalidad que los producidos en la zona de Orvieto Classico. Se trabajó sobre el chardonnay y se profundizó en el conocimiento del grechetto. La búsqueda de un gran vino con carácter y personalidad se convirtió casi en una obsesión.
Y así, tras una serie de cosechas decepcionantes, en 1985 nació el Cervaro della Sala, actualmente uno de los vinos italianos más conocidos y apreciados del mundo. La finca tiene una superficie total de quinientas hectáreas, de las cuales 140 están actualmente plantadas de vid. Entre 200 y 450 metros sobre el nivel del mar, en suelos arcillosos ricos en fósiles y minerales, se cultivan, además de las variedades Chardonnay y Grechetto, Procanico, Sauvignon Blanc, Pinot Noir, Semillon y Traminer. Uvas que se procesan en la moderna y vanguardista bodega, construida en 2005. A partir de la vinificación, durante la cual se presta especial atención al control de la temperatura, llega el proceso de envejecimiento, que suele llevarse a cabo en las históricas bodegas medievales situadas treinta metros por debajo del castillo.
De ahí surgen vinos como el "Cervaro della Sala" y el "Muffato della Sala", el "Conte della Vipera" y el "Bramìto", el Pinot Nero y el "San Giovanni della Sala". Estas etiquetas, que llevan el nombre de "Castello della Sala", no necesitan gran presentación y se encuentran por derecho entre los mejores vinos italianos.