Barbacàn

Barbacàn es Angelo Sega y sus hijos Luca y Matteo. Familia de agricultores y pioneros de la vinificación natural en las empinadas laderas de la Valtellina, la familia Sega trabaja unas 7 hectáreas de viñedos en las antiguas laderas en terrazas donde todo el trabajo es estrictamente manual y se guía por los principios de la vinificación natural.
El vínculo con la identidad cultural e histórica de la Valtellina es profundo, como lo atestiguan los antiguos viñedos que aún se caracterizan por la antigua idea campesina de la promiscuidad, donde todas las vides autóctonas encuentran su lugar. De hecho, junto a la reina Chiavennasca, se encuentran las viñas Róssola, Pignóla, Chiavennaschino, Brugnóla, Negrera, Treunasca, Róssolino Rosa, Bressana y Chiavennasca Bianca, que representan el gran legado de generaciones de viticultores de la Valtellina y un enorme patrimonio en términos de biodiversidad y riqueza cultural, que la familia Sega lleva años recuperando y salvaguardando, también en beneficio de otros viticultores que lo necesitan.
El trabajo en el viñedo se inspira en la máxima naturalidad y el mínimo intervencionismo, dejando que la gran vocación de las terrazas y las viejas viñas se exprese libremente. Asimismo, en la bodega los vinos sólo se fermentan con levaduras autóctonas en cubas de acero y cemento y no se realiza ninguna intervención antes de la crianza en grandes barricas de madera, por lo que la adición de SO2 en el embotellado es escasa o nula.
El vínculo con una profunda identidad histórica también brilla a través de las evocadoras etiquetas, que se inspiran en las pinturas rupestres neolíticas encontradas entre las terrazas del municipio de Teglio.
Todos los vinos de Barbacàn, desde los Rosso y Rosato, fáciles de beber, hasta los austeros Sol, Jazpémi, Livèl y Fracia, están vivos y vibran con una energía que habla tanto de raíces antiguas como de una pasión libre y valiente.