Ariola

Una de las bodegas más importantes de la zona de Parma, Ariola es una bodega que siempre ha sabido combinar como pocas la tradición, el territorio y la visión empresarial.
Desde la segunda mitad del siglo pasado -desde 1956 para ser exactos- la empresa ha dado a conocer al mundo las mejores características de los vinos emilianos en un proceso de crecimiento continuo.
Las setenta hectáreas de viñedo, cultivadas todas ellas a una altitud de entre 220 y 300 metros sobre el nivel del mar, están plantadas con las principales variedades más típicas de la zona, de modo que entre las hileras encontramos el inevitable y famoso Lambrusco Maestri, la clásica Malvasia di Candia y la Bonarda, flanqueadas, sin embargo, también por variedades internacionales como Cabernet Sauvignon y Merlot.
En el viñedo, el enfoque agronómico es cuidadoso y escrupuloso, y el objetivo principal es mantener el equilibrio del medio ambiente, la naturaleza y el ecosistema, para llegar a unas vides sanas y vigorosas, capaces de producir uvas igual de puras, valiosas, ricas y concentradas en todas sus peculiaridades organolépticas.
En la bodega, partiendo de racimos de uva de calidad impecable, elaboramos vinos (sobre todo espumosos) con un sabor especialmente rico, suave y redondo, siempre sostenido por una discreta frescura. Vinos que se sirven mejor en la mesa, quizá en combinación con los platos que han hecho famosa a Emilia en todo el mundo.
Combinando las tradiciones locales más arraigadas con las tecnologías enológicas más modernas, las características que la estación y el territorio han llegado a expresar en el fruto nunca se ven superadas, y al fin y al cabo el resultado es una gama de etiquetas de nivel absoluto.
Divididos en varias líneas, van desde los "Grand Cru" a las burbujas, para cerrar con los vinos clásicos. Lambrusco "Marcello", Malvasía "Forte Rigoni", "Rosa Nera", "Fortanina", "Marcello Oro" y Malvasía "Silver", seguidos de todos los demás: vinos para descubrir uno a uno sin dejar ninguno fuera.